sábado, 30 de enero de 2010

24. a - Salud: Las letrinas.



Imagen de letrinas públicas romanas en Ostia.


Los excusados medievales no eran tan primitivos como se suele creer. Muchos tenían un asiento de madera que protegía del contacto directo con la piedra. Algunos retretes contaban con piletas que utilizaban el agua de lluvia almacenada en un depósito que había justo debajo del tejado. En algunos castillos el maestro de obras situaba el retrete cerca de la chimenea, así el calor del hogar calentaba la estancia. Lo ideal era que los "servicios" estuvieran en torres independientes (torre de las letrinas), lo más alejadas posible de las habitaciones principales, para evitar el hedor que desprendían. Los constructores de los castillos se encargaban de que hubiera letrinas suficientes para todos los ocupantes.

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