viernes, 9 de julio de 2010

44. El castillo de los "Cuernos".

CHENONCEAUX, FRANCIA

Es el castillo más famoso y visitado del Loira, construido en el siglo XVI en un puente sobre el río Cher. Además, su jardín es uno de los mejores de todo el Loira.
El castillo de Chenonceau (en francés, château de Chenonceau), también conocido como el castillo de las mujeres, es un castillo de estilo residencial situado en la comuna francesa de Chenonceaux.

La primera cita de la existencia del lugar de Chenonceaux corresponde al siglo XI, documentándose en los siglos XIII a XV la presencia de una residencia feudal, cuya propiedad pertenecía a la familia de los Marques. En 1411 una orden real obligó a los Marques a destruir su casa solariega con motivo de su participación en actividades contra el rey. Posteriormente, en 1432, Jean Marques ordenó la construcción de un castillo y un molino fortificado sobre los anteriores cimientos.

El castillo actual fue edificado en el cauce del río Cher, sobre los pilares de un molino fortificado y del anterior castillo fortificado que se había comprado a la familia de los Marques. Este último fue derribado, a excepción de la torre del homenaje del mismo (la Tour des Marques o torre de los Marques, que luego se adaptó al estilo renacentista) y del pozo adyacente. Fue construido por el secretario de la hacienda del rey Francisco I de Francia. El cuerpo residencial cuadrado que constituye el castillo original fue construido entre 1513 y 1521 por Thomas Bohier. Puesto que Thomas estaba ocupado en asuntos bélicos, fue especialmente su esposa, Catherine Briçonnet, quien se encargó de dirigir los trabajos del castillo. Bohier era intendente de impuestos y más tarde fue Intendente General de Finanzas de Carlos VIII, Luis XII, y finalmente de Francisco I y su divisa era: S'il vient à point m'en souviendra.
Tras el fallecimiento de Thomas Bohier, tuvo lugar una auditoría financiera, que puso de relieve la existencia de malversaciones de fondos, lo que permitió que Francisco I impusiese una fuerte multa a sus descendientes, así como que recuperase el dominio feudal y el castillo que se incluía en el mismo (1535). El castillo acabaría siendo regalado por Enrique II a su célebre favorita Diana de Poitiers, duquesa de Valentinois.

Diana de Poitiers era tan bella a pesar de su edad, que se convirtió en la amante de Enrique II, hijo y heredero de Francisco I. Enrique, 20 años más joven que Diana, ofreció a ésta Chenonceau y el título de Duquesa de Valentinois. Ella se dedicó a embellecer el castillo y consiguió que el Rey, con toda la corte, se trasladara a Chenonceau, donde ofrecía bailes, juegos, torneos y cacerías para la nobleza. Al mismo tiempo, se convirtió en la mujer más influyente del reino y, por supuesto, en la enemiga de la Reina, Catalina de Medicis. Relegada al segundo lugar, Catalina no podía comprender lo que atraía a su marido, de 28 años, de esa mujer de 48. A tal punto estaba intrigada, que mandó abrir un agujero en un muro de su habitación.

Algunos de los atractivos del interior del castillo incluyen poder visitar la galería de arcos que se encuentra directamente sobre el río (originalmente una sala de baile).´También puede visitarse el dormitorio de Diana de Poitiers, o la habitación de su rival Catalina de Médici. Al primer piso se accede a través de una escalera recta de diseño italiano, otra de las innovaciones del Chateau.

2 comentarios:

  1. Muy buena información.¡Qué mujer tremenda resultó Diana!!! Saludos Neli ♣

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Neli! La verdad es que en la historia han existido mujeres increíbles y dignas de mención!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar