lunes, 18 de octubre de 2010

47. Salud: Las Letrinas (Segunda Parte)



Una cuestión importante a tener en cuenta a la hora de ir "al baño" es dónde van a parar los resultados de tal labor!!!.


Pues bien, los retretes más sencillos desaguaban directamente en el exterior de la muralla, por ello los alrededores se convertían en una masa maloliente e insalubre. Los maestros de obras procuraban que las letrinas dieran al foso o a un riachuelo para que las aguas se llevaran la inmundicia. La acumulación de deposiciones en el foso acababa por dejarlo seco y periodicamente había que vaciarlo y excabarlo de nuevo.


Algunas letrinas estaban construidas sobre un desagüe de piedra que se conocía como pozo de la letrina. La desventaja que presentaba este tipo de desagüe era que debilitaba la defensa del castillo. El asedio del Chäteau Gaillard, en el río Sena, que tuvo lugar en 1204, acabó cuando los invasores entraron por los pozos de las letrinas. Una vez dentro abrieron el puente basculante para que entrara el resto del ejército. Desde entonces los maestros de obras decidieron enterrar el extremo del desagüe del foso o taparlo con una reja metálica.

47. a- Salud: Las Letrinas (segunda Parte)

Aunque pueda parece extraño las letrinas no eran un lugar solitario. Era habitual que los usuarios se sentaran en semicírculo para poder charlar. Por lo general había mamparas para garantizar un poco de intimidad. Los excusados de más categoría disponían de una puerta propia o estaban al final del pasillo, donde quedaban un poco más disimulados.

La zona de las letrinas solía desprender un olor muy desagradable en verano. Ni tan siquiera los servicios privados de los reyes se libraban del mal olor. En 1286 el rey Eduardo I de Inglaterra escribió a su maestro de obras:
"el lugar donde se halla el excusado en mi castillo de Londres, es poco adecuado y huele bastante mal, por lo que os exhorto a construir otro excusado en un lugar más adecuado que dejo a vuestro criterio"
En algunos castillos se canalizaba el agua del "adarve" hasta el excusado para poder limpiarlo con agua de lluvia. Otro método para eliminar los malos olores era esparcir plantas olorosas por el suelo, de forma que al pisarlas perfumaban el ambiente. La ventilación era imprescindible, por eso muchos excusados tenían una ventana o un agujero en el techo.

47. b- Salud: Las Letrinas (Segunda Parte)


Si no existía un desagüe que diera al foso, las letrinas daban a un pozo negro. Aunque fueran de un tamaño considerable siempre acababa por llenarse y se tenía que vaciar. El trabajo corresponde en la actualidad (en las zonas sin cloacas) a los amigos del "Tanque Atmosférico", pero en aquellos años aquella labor un tanto horrible era llevada a cabo por el "CASILLER". Estaban bien pagados porque era un trabajo considerable y por el riesgo que comportaba ya que los gases desprendidos podían provocar la muerte por asfixia de un trabajador en pocos minutos.
En fin, una muerte de mierda!!!!!