sábado, 30 de enero de 2010

24. Salud: Las letrinas.


La Higiene: Los habitantes de los castillos sabían que los orines y excrementos eran un foco de enfermedades, pero creían que se debían al mal olor qué emanaban, lo que conocían como "miasmas" o "aires malsanos". Lo cierto es que el agua potable se mezclaba con las aguas residuales y acababa por contaminarse.

Hasta cuatro siglos después no se entendió la importancia de separar el agua potable de las aguas residuales.

La eliminación de la basura era un grave problema. Por lo general todo lo que sobraba se lanzaba por encima de la muralla o bien se vertía un poco más lejos transportándolo en carretas. El resultado era una montaña putrefacta de desperdicios que atraía a las moscas y se convertía en focos de infecciones para toda la población.

24. a - Salud: Las letrinas.



Imagen de letrinas públicas romanas en Ostia.


Los excusados medievales no eran tan primitivos como se suele creer. Muchos tenían un asiento de madera que protegía del contacto directo con la piedra. Algunos retretes contaban con piletas que utilizaban el agua de lluvia almacenada en un depósito que había justo debajo del tejado. En algunos castillos el maestro de obras situaba el retrete cerca de la chimenea, así el calor del hogar calentaba la estancia. Lo ideal era que los "servicios" estuvieran en torres independientes (torre de las letrinas), lo más alejadas posible de las habitaciones principales, para evitar el hedor que desprendían. Los constructores de los castillos se encargaban de que hubiera letrinas suficientes para todos los ocupantes.

24. b - Salud: Las letrinas.


En el siglo XIV hablar de temas escatológicos era tan vulgar como hoy en día. Por esta razón se utilizaban eufemismos como "casilla" o "común" (porque era un espacio común) para hablar del excusado. Uno de los nombres más comunes era retrete, nombrado así porque se trataba de un cuarto pequeño donde uno se retiraba. Como muchos de estos cuartos tenían letrinas, la gente solía decir "voy al retrete" para decir de un modo educado "necesito orinar".

miércoles, 27 de enero de 2010

23. Las Wasters.


En varias ocasiones hemos mencionado a las susodichas wasters, estas espadas de madera para la práctica de la “esgrima antigua” o histórica. Para aquellos que están imbuidos en las artes marciales seguro que tienen presente al “bokken” japonés (espada de madera símil a las katanas de los samurais). Pues bien, no es ninguna novedad que muchos pueblos antiguos (China, Roma o Egipto, por ejemplo) han utilizado este tipo de espadas para el aprendizaje de tales artes, y en este caso estamos hablando de las específicas en la práctica de la esgrima medieval y renacentista.
Por ser más económicas que las de metal y también debido a que pueden causarnos menos daño si cometemos un error, son recomendables para todo aquel que comience a andar el camino de la esgrima antigua.
El primer problema que uno debe sortear en nuestro país, es conseguir una, ya que no hay fabricantes (al menos que yo conozca). Existe la posibilidad de mandarlas a construir por algún carpintero amigo o conocido. El segundo problema es conseguir algún tipo de madera dura, (nada de álamo o pino). Una madera recomendada por ARMA de chile (Asociación para las Artes Marciales Renacentistas) es el nogal o roble americano. En mi caso utilizo wasters de lapacho y viraró, árboles de esta región que poseen dureza, peso y resistencia al agua y a las pestes de madera (ver foto 1). Hay que pensar en que deben resistir golpes y no astillarse con facilidad. Los problemas de seguridad serían muy obvios.
Logrado superar estos percances, el siguiente paso es el de las medidas de la espada. Pensemos que el waster esta emulando a una espada larga o bastarda, que no llega a ser ni los gigantescos espadones de los lansquenetes alemanes, ni tampoco más pequeñas como las espadas de “una mano”; la medida debe adecuarse al usuario. El tamaño ideal del waster debe ser del piso al pecho (observar la foto 2), si extendemos el brazo no debe superar ese límite (un poco más chica es aceptable). Si la espada es muy larga golpeará el suelo en la práctica, haciendo difícil el aprendizaje de las técnicas.
Por último está el peso, las maderas que recomendamos son pesadas. No creamos las mentiras de Hollywood de espadas que no pueden levantarse, las espadas históricas de hojas de 1 a 1,2 m pesaban 1,25 a 1,5 kg para que el combatiente resistiera toda una jornada de lucha. Así que cuanto más cerca de ese peso mejor. Ya estamos a un paso de empezar a viajar por este maravilloso camino del mundo de la ESGRIMA HISTÓRICA.
Los datos fueron extraídos de ARMA de Chile.
Foto 1: Mis wasters.

23. a- Las Wasters (tamaño).





Foto 2: Puede observarse que la waster no supera mi brazo.

23. b- Las wasters (construcción).


Foto 3: Waster extendida. Foto 4: vista del pomo.

Foto 5: Vista de la guarnición.


Foto 6: Vista desde la punta.




domingo, 24 de enero de 2010

22. Alimentación: La cocina.

La cocina de un castillo: La cocina llevaba consigo un cierto riesgo de incendio. Por eso en muchos castillos estaba separada de la "Torre del homenaje" (residencia del señor), aunque a menudo ambos edificios quedaban unidos por un pasillo. Las cocinas se hacían muy grandes para aligerar el calor que desprendían el hogar y el horno, y porque muchas no tenían chimeneas para eliminar el humo, que salía a través de un pequeño agujero practicado en el techo.

viernes, 8 de enero de 2010

21. Canales de la sangre!!!


Nos volvemos a introducir en el mundo de los mitos de la espada. Sabemos que hay bastante que contar y mucho por descifrar. Hoy entramos en los “canales de la sangre”, y alguno se preguntará de qué se trata, pues bien, sepan que muchas espadas e incluso cuchillos tienen a lo largo de su hoja una acanaladura que suele pensarse como la causante de la muerte inmediata. Dicho de otra forma, si te atraviesan con una espada con acanaladura el aire entrará en tu herida y morirás de una “embolia gaseosa”. Esto es una leyenda o mito tal que dichas acanaladuras se suelen denominar “blood grooves" o canales de la sangre ya que hace que la sangre salga más rápido.
La entrada de aire en la herida no puede producir de ninguna manera la muerte, y menos en pocos segundos. La verdad es que la muerte llega a alguien que desgraciadamente es atravesado, apuñalado o ensartado por un arma blanca cuando varios órganos vitales sufren daños, por la pérdida de sangre causada por la herida o la infección (tanto por agentes externos o como por la dispersión de los fluidos corporales al ser apuñalado).
Las acanaladuras son comúnmente para aligerar el peso de la hoja o como adorno, pero para nada su intención es provocar la muerte “súbita y milagrosa”.

En la imagen se observan distintas hojas con acanaladuras.

miércoles, 6 de enero de 2010

20. El castillo de Eilean Donan.


Ubicado al noroeste de Escocia en la pequeña isla de San Donan (un santo celta que recibió martirio) en el lago Duich (cerca del océano Atlántico), este castillo fue construido a partir de 1220 por orden del rey Alejandro II de Escocia, sobre las ruinas de un fuerte que los pictos usaban como defensa en contra de las incursiones vikingas. Cuando el rey inglés Eduardo I “piernas largas” (Longshanks, en inglés) invadió el país fue utilizado por Robert Bruce como uno de los sitios en donde se ocultó de sus enemigos ingleses.
Con posterioridad fue residencia del clan MacRae. Abandonado y capturado por los españoles, volvió a manos británicas en poco tiempo. Recién hacia 1912 se empezó a recuperar del olvido al ser restaurado por John MacRae-Gilstrap.
En la actualidad es uno de los castillos más visitados y fue utilizado como exteriores de varias películas, entre ellas Highlander (1985), Braveheart (1995), El Lago Ness (1995) y The World is not Enough (1999).

20. a- El castillo de Eilean Donan.









El castillo Eilean Donan de distintos ángulos.

domingo, 3 de enero de 2010

19. Hacha de petos.


Más conocida como hacha larga de armas, era un hacha larga de a dos manos, con cabeza armada de distintos petos (Cuchillas, púas y mazas opuestas a la hoja, afiladas o sin afilar), normalmente modulares, cuya asta está ferrada (Refuerzos metálicos sobre la vara) y que posee una especie de rodela sobre el tercer y último tercio para proteger y sujetar la mano de asir. La usaban los infantes de a pie entre los siglos XIV y XVI, sobre todo en Francia, para duelos y justas, y esgrima. Y se dice de ella que fue un arma bastarda entre las hachas de a dos manos y las alabardas.
Conocida como Poleaxe (inglés), para los franceses era la “Hache d´armes". La realidad nos hace ver que esta arma era usada principalmente por “caballeros” ya que era muy difícil de fabricar dado que se realizaba en varias partes. Su uso se puede observar en importantes tratados de esgrima medieval como el: "Flos Duellatorum in Armis" de Fiore Dei Liberi (1410), el Fechtbuch de Hans Talhoffer (1443), o el mejor manual del Hacha de Petos, "Le Jeu de la Hache" (Manual específico de esta arma, original francés del siglo XV), lo que implica que fue un arma "de aquellos que en la época aprendían esgrima, lucha, combate de "armas negras", etc. En definitiva, nobles o caballeros. No milicia.De estos textos se extrae la conclusión de que el proceso por el cual un caballero aprendía artes marciales occidentales era el siguiente: Lucha y agarres, armas cortas o dobles, espadas de armas, combate armado (Con armadura), armas de asta y montantes, armas de monta, y muchas veces, como técnica más especializada, hachas de petos y montantes.
Al ser un arma de "manuales de esgrima para caballeros" -no suelen aparecer en obras de arte tan profesamente como las demás armas de guerra del medioevo-, sólo se puede deducir que el uso, y cenit, de esta arma fue en los siglos XV y XVI, fechas en las que el uso del arnés de armas (Armadura completa de placas metálicas) estuvo en su apogeo. Aunque el gran profesor y arqueólogo de las armas blancas, R. Ewart Oakeshott, hace referencias a documentos de las cruzadas del siglo XII (Recordemos que muchos de los caballeros que partieron a Tierra Santa eran franceses, y la susodicha arma era muy popular en esos lares) en los cuales ya aparece.
Su desuso parece estar ligado al fin de la época de "caballerías", de justas, torneos y duelos, y de la desaparición de los arneses de punta en blanco como la inmensa mayoría de armas especializadas de la Baja Edad Media. Pues en esas épocas (Renacimiento) los ejércitos comenzaron a emplear tanto armas de fuego como grandes unidades de armas largas enastadas, dejando por finiquitado la época de los duelos singulares y rescates de guerra